Todo tiene un fin. Hasta los veranos interminables.
Me despedí del mar, de los paseos por el barrio de Santa María, de la Caleta y del Pópulo. Les dije "hasta pronto" a los edificios decadentes, a los desconchones de sus paredes encaladas. Paseé por sus calles cuando anochecía y retuve en mi memoria los colores de las persianas que sobresalían por sus balcones.
Me alimenté de aquel espectáculo visual para volver a mi querido Madrid, al que también he echado de menos.
Memoricé todo aquello para recordarlo cuando los días sean más cortos, se recojan las terrazas de las calles y los domingos se conviertan en esa especie de maravilloso día melancólico al que estamos acostumbrados cada otoño.
Todo tiene un fin. Pero no sería un bonito recuerdo si no acabase.
Fotos: Mercedes Pérez
Cádiz, agosto 2013
8 comentarios:
Dios, la frase final me ha matado. Escribes de fábula
Que gran verdad eso de recordar los momentos vividos en verano cuando los días fríos hacen acto de presencia.
Ya te lo dije el otro día estoy enamorada de esa maravillosa ciudad, quizás sea por todas las anécdotas que mi abuela y mi madre me han contado desde pequeña, pero cuando llego a Cádiz me siento como en casa y me encanta perderme por la calle Sacramento, sentarme a tomar un café en la Plaza de San Antonio, pasear por el parque Genovés...
Adoro mi cádiz de tus fotos!! Preciosas, me emocionan!!
todo precioso! estoy encantada ♥
Bellísimas imágenes y hermosos recuerdos. Estoy con Sara, escribes de maravilla.
Hoy hemos vuelto también nosotros de Cadiz. Y lo único que se me ocurre es decir...Yo quiero volver...
Precioso post. Hay personas que pasan por los sitios si verlos...desde luego tu no eres una de ellas...
Acabo de descubrir tu blog, ¡me encantan tus fotos! Me inspiran, seguiré visitando...
Un saludo!
Noelle
Lindas palabras!
Lindas fotos!
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