Antes de que llegue el lunes, mi reloj cuenta cada minuto, y mis ojos no paran de buscar rincones bonitos, porque luego, entre semana, no hay lugar para la inspiración, la recreación o simplemente ese dar un paseo porque sí, sin ningún fin más que simplemente eso... pasear.
Una de las mejores cosas de vivir en pleno centro es poder hacer esto sin tener que coger transporte público o buscar aparcamiento porque al abrir la puerta de casa ya estás ahí. Y lo más curioso es que los sitios y los rincones bonitos nunca se acaban. Uno de los sitios que descubrí el domingo: Aió (Corredera Baja de San Pablo, 25) con comidas de Cerdeña y un café riquísimo.
Además aproveché para hacer algunas fotos a la mochila de Lau, que es requetebonita y se la voy a copiar :) Espero que estas fotos nos sirvan para trasladarnos un poquito a momentos de paz, que contrastan con un día tan feo, tan gris, tan lluvioso... tan martes como hoy.
Fotos: Mercedes Pérez, 2012