Ver, volver a ver y desear tremendamente. Abandono las chaquetas de punto y me sumerjo en el mundo de las sudaderas. Mi preferida, la del tigre de Kenzo (en verde svp). ¿Quién dijo que eran para hacer deporte?
Si lo de ser editor de una revista es difícil, ser el editor
jefe, creative director y publisher parece una misión imposible.
No para Luis Venegas.
Este polifacético director de arte y diseñador al que tuve el placer de conocer el pasado jueves, nos dio una lección de saber hacer,
de talento y de hago lo que me gusta y
vivo de ello (muy bien). Muy bien,
señor Venegas.
Venegas nació en Vitoria en el 79. Trabajó con Thierry Mugler
en Paris. Su primera revista era una bolsa de plástico que contenía papeles
sueltos. Fotografías. Cosas que le gustaban. (Y a mí se me pone la piel de gallina). Y es que, como a mí, a Luis le encanta el papel.
Se llamó Fanzine137 y
hasta hoy no ha parado de evolucionar. Más publicaciones, más editoriales de
moda y una de las direcciones artísiticas más sonadas del año: el anuncio de Loewe – Madrid Oro Collection, presentó
ayer una exposición llamada como su primera revista y que muestra la mejor selección de editos que Luis ha ido recopilando a lo largo de los años (colecciona revistas "raras" desde que tenía nada menos que 13 años) y que se podrá visitar hasta el 31 de octubre en la tienda de Loewe de
Gran Vía.
Podemos dormir mucho, pero soy de las que piensa que hay que
soñar más. Tenemos que imaginar que todo va a salir bien, soñar con la felicidad. Da igual que no
podamos dormir ahora, es solo cuestión de tiempo...
Soñar, sin embargo, afecta a nuestro futuro y no hace falta
estar dormido para ello.
Sueño que todo se va a arreglar, sueño
con la felicidad… y ahora no puedo dormir. Dormiré cuando mi sueño se haya hecho realidad.
Ahora que vivo en el centro, que paseo cada noche por mi
barrio y los de alrededor… Ahora que he vuelto de pasar unos meses fuera de Madrid, que vuelvo a disfrutar de su ambiente, su gente, su decadencia en según
qué calles, descubro (no paro de descubrir) miradas, locales, carteles que me
entusiasman. A Zombie Bar fui ya hace unos meses con Mike, Gaby y Raquel y
luego repetí.
Porque me chupé los dedos con sus hamburguesas, porque me encantó
lo raro del lugar, el eclecticismo absoluto en su decoración y los recuerdos de
allí que me guardo.
Hoy, hablando con una amiga (gracias Miriam!) sobre sitios chulos por el
centro lo he recordado, y viendo estas imágenes me han dado ganas de volver... y ¿a quién no?
Mañanas de relax cargadas de café. Vasos y tazas que nos acompañan cada mañana, vasos de cristal, tazas de cerámica, nuevos o rotos. ¿No os habéis fijado en su belleza?
La semana pasada como sabéis estuve en Ikea. La verdad es que es el primer año que no me llevo el catálogo con miles de anotaciones (y mira que me gusta el papel), pero esta vez fui ligera de equipaje, y es que la nueva App de Ikea permite, no solo hacer listas, elegir colores o ver el interior de armarios y muebles... también nos inspira. El catálogo de Ikea se editó por primera vez en 1951 y ahora, por fin, podemos llevarlo en el bolsillo (también tienen versión para iPad y Android).
Cuando éramos pequeños, el comienzo del nuevo curso venía precedido de miles de anuncios de coleccionables de todo tipo. No se si será porque ya no veo la tele, porque ya no soy target o simplemente porque mi comienzo de curso fue a finales de agosto, pero ahora, lo único que me apetece en estas fechas es preparar mi casa para el invierno.
Prepararme para las frías tardes viendo pelis, los tés calentitos, los calcetines restregándose contra la alfombra, un nuevo escritorio (más grande aún) para que me quepan toooodas las libretas que acumulo, que a su vez acumulan millones de proyectos...
Lo cierto es que el catálogo de Ikeaes de las cosas que pillo todos los años con más ganas. Y yo lo tengo en casa desde ayer, así que me puse a hacer repaso de las cosas de casa que podrían mejorar... Poner un mueblecito en el baño para meter todos los potingues, darle un toque a la cocina, que la tenemos hecha un desastre, un soporte para llevarme el portátil a la cama y poder escribir mis tranquilamente por las noches... en fin... tenemos que hablar.
Así que, dicho y hecho, ya hemos hablado y esta misma tarde nos vamos a Ikea. Ya os contaré el lunes lo que me he comprado, pero mientras os dejo con uno de los videos de la campaña.
Y os lo explico con dos ejemplos. El primero, este ventilador tamaño mini que me ha acompañado todas las tardes de mi verano en casa. Pequeño, monísimo y con tan poco glamour (lo compré en un chino por 12 euros) que he tenido que vestirlo con unas mini-gafas de Shwood para taparle las ojeras.
Lo segundo, dos taburetes de este estilo que me compré esta semana en Tiger por 7 euros cada uno, y con los que no puedo estar más feliz: pequeñines, plegables y tremendamente kraft.
Love!
Porque las cosas no son especiales hasta que nosotros no les damos ese valor.
Feliz domingo y felices paseos con música, tardes en casa o jornadas laborales repletas de canciones bonitas. Ay, Septiembre es mi nueva playlist en Spotify. ¡Espero que os guste!
Porque no, me niego a criticar otra vez lo que ya todo el mundo sabe...
Ayer puse verde la Vogue Fashion Night Out de la mano de Heineken, por que sí, señores, beber cerveza es guay a pesar de que una copa quede más bonita, a mí siempre me veréis con un botellín. La naturalidad ante todo, y lo de la copa de balón es muy del 2005.
Y como estamos ya en 2012, ayer lo celebramos bebiendo Heineken y visitando algunas de las tiendas y sitios bonitos que se atrevieron a poner verde la VFNO con nosotros. ¿Brindamos por ello? :)
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