Ayer fue uno de esos días en los que eché de menos tremendamente mi estilo de vida del pasado invierno. Eché de menos las casas con una luz como esta, eché de menos vivir fuera de España, lejos de donde estoy ahora mismo, queriendo llevar una vida como la que tuve hace unos meses. Eché de menos que no hiciera este calor asfixiante, las grandes ventanas y el sol que no quema. Las maderas, los blancos y la sencillez de una vida que hoy no me acompaña.
Y cuando estaba allí echaba de menos justo lo contrario...
Las fotos son de aquí (via amerrymishap)