back to basics

Ha sido la frase más pronunciada de este fin de semana. Hace poco vivía con mucho. Sin embargo no hace mucho vivo de básicos. Hace unos meses me desprendí de un montón de cosas materiales que me sobraban, me comían el espacio y me hacían no valorar las cosas sencillas que realmente me hacían feliz. Fue doloroso, pero creo que el cambio ha sido muy positivo. Ahora vivo con menos. Menos espacio, menos ropa, menos preocupaciones al fin y al cabo. 

Una de las cosas que más satisfacción me produce de volver a los básicos es reutilizar cosas que antes no tenían vida. Ahora visto con ropa de hace tres temporadas, utilizo tazas viejas como macetas y botes de cocina como lapiceros. Y ayer, al volver de tomar un zumo de melocotón para paliar un poco los efectos de las cervezas de la noche anterior, me encontré con estas dos preciosas sillas que tenían mi nombre escrito.

+

They have been the most pronounced words during this weekend. Just a few months ago, I used to live with a lot. Now, I only live with the basics. Months ago, I gave away a lot of stuff I did not need anymore, that was taking too much place and did not let me see how worth small things are. Small things that make me happy now. It was painful, but I feel the change was positive. Now I live with less. Less space, less clothes, less worries after all.

One of the most satisfactory things of going back to basics is re-use items that were life-less. Wearing 3 seasons old clothes, I use old cups as flowerpots and kitchen tins as pencil-cases. And yesterday, while having a peach juice to heal the effects of last night beers, I found two beautiful chairs in the street, with my name written on them.

Necesitan probablemente otra capa de pintura, porque al fin y al cabo soy de las que se pregunta quién se sentaría antes en ellas, y qué tipo de persona la tuvo antes de llegar a mis manos, y me tranquiliza que una nueva capa de pintura me aisle de esos pensamientos.

Pero sin duda son más bonitas y más especiales que cualquiera que hubiera podido comprar en Ikea. Cero euros y un montón de felicidad. 

Back to basics.

+

They probably need to be painted again, because I’m that kind of person who wonders (and worries) whom did they belong to. A new paint layer will bring some peace of mind about those thoughts.

But honestly, I can tell you these chairs are more beautiful and special than any other I could have bought in Ikea. Zero euros and a lot of happiness.

Back to basics.

Foto: Mercedes Pérez